La tos
La tos es un mecanismo de defensa fisiológico y fundamental para el bienestar de las vías respiratorias, que tiene la tarea de impedir que cuerpos inferiores extraños entren en las vías respiratorias, defendiendo el aparato respiratorio de las sustancias irritantes.
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A veces puede ser extremadamente molesta y fastidiosa para adultos y niños. La tos es cuatro veces más frecuente en los niños que en los adultos y las mujeres la padecen más que los hombres. Es un problema sanitario de gran relevancia porque en el adulto causa ausencias en el trabajo, consumo de medicamentos y frecuentes visitas al médico. A los niños les molesta mucho, impidiendo que duerman tranquilamente y a veces también que coman con apetito y que puedan ir a la guardería o el colegio. Tanto en el adulto como en el niño, las tos no desaparece nunca completamente sino que es limitada en su intensidad, para hacerla más soportable.
Durante las infecciones de las vías respiratorias superiores, la tos puede ser muy intensa y molesta, y puede seguir durante mucho tiempo y curarse espontáneamente en menos de 3 semanas (tos aguda). Esto es porque los virus, las bacterias, u otras sustancias inhaladas inflaman la mucosa y reducen su capacidad de tolerar los estímulos irritativos. Son las mismas sustancias que se producen para defenderse de los virus (los llamados mediadores de la inflamación y las secreciones mucosas) las que estimulan exageradamente el reflejo de la tos. Además, la pérdida de filamentos viscosos de mucosidad de la nariz hacia la faringe “estimula” repetidamente la mucosa provocando una necesidad de toser continua e irritante.

Clasificación de la tos según su duración:

Tos aguda: cuando dura menos de 3 semanas.

Tos subaguda: cuando dura entre 3 y 8 semanas.

Tos crónica: cuando persiste más de 8 semanas.

Lo mismo que es peligroso calmar profundamente o hacer que desaparezca el reflejo fisiológico de la tos puede ser muy útil limitar su intensidad y hacerla menos frecuente y más tolerable, menos molesta y lo menos fastidiosa posible.

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El tratamiento de la tos

Las personas de cualquier edad que sufren enfermedades respiratorias crónicas (por ejemplo: asma, malformaciones del aparato respiratorio, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, etc.) deben consultar siempre al médico de cabecera cuando se manifieste la tos aguda.

Quien no sufre de problemas respiratorios crónicos debe valorar también con la ayuda del farmacéutico si es necesario consultar al médico de cabecera, antes de decidir qué tomar para atenuar la tos. Los síntomas que indican la necesidad de consultar al médico, están indicados en la tabla.

A pesar de muchos años de investigación no se ha descubierto aún ningún medicamento que sea al mismo tiempo eficaz para la tos, pero que no cause efectos secundarios. La mayoría de los tratamientos del mostrador (automedicación) intentan suprimir la tos o fluidificar la mucosa y favorecer la expectoración intentando reducir la intensidad y la frecuencia en poco tiempo. Además los fármacos capaces de “suavizar” la mucosidad (mucolíticos) no pueden ser utilizados en niños menores de 2 años de edad. Para aliviar las molestias en los niños con tos y acompañarlos en el proceso de curación pueden ser útiles las medidas indicadas en la parte inferior.

Tos: SEÑALES DE ALARMA. Si se manifiesta al menos una, es necesario consultar al médico.

EDAD Motivos para recurrir al médico por tos aguda
ADULTOS
  • Sufrir de enfermedad respiratoria crónica.
  • La tos dura al menos 3 semanas.
  • La tos es nocturna y continua.
  • La mucosidad expectorada no es de color claro.
  • La tos se acompaña de dolor torácico durante la respiración.
  • La tos se acompaña de respiración jadeante y/o corta.
  • Hay sangre en la mucosidad emitida por la boca.
  • Sensación de debilidad, falta de apetito, pérdida de peso.
  • Si se utilizan medicamentos que pueden provocar tos o respiración jadeante (IECA y beta-bloqueantes).
NIÑOS
  • La tos persiste durante más de 10-15 días.
  • El niño tiene menos de seis meses de vida y tiene tos desde hace más de dos días pero sin fiebre.
  • Durante el ataque de tos los labios del niño tienen un color azulado.
  • El niño respira rápidamente o con dificultad o tiene “pitos” cuando respira o tose.
  • La tos está acompañada de fiebre alta desde hace más de 2 días.
  • El niño dice que tiene un sensación de peso en el pecho o le duele cuando tose.
  • La mucosidad que expectora es muy densa de color amarillo oscuro o verdoso.
  • El niño está muy diferente de lo normal, juega poco, no come o parece cansado.
  • El niño no consigue descansar en posición extendida.
  • En caso de un ataque de tos imprevista en el que parece que el niño se ahoga (sospechando que haya inhalado algo).

 

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Medidas prácticas en caso de tos

  • Darle de beber mucha agua para que la mucosidad sea más fluida y facilitar de esta forma su eliminación.
  • Darle a menudo líquidos templados para descongestionar las vías respiratorias y para fluidificar la mucosidad.
  • Limpiar cuidadosamente la nariz, al menos 2 veces al día, con suero fisiológico (al menos 1ml por fosa nasal).
  • No subir demasiado la temperatura en el interior de la casa. La ideal es alrededor de los 18-20 grados.
  • Humidificar los ambientes.
  • Evitar que el niño frecuente ambientes donde se fuma. No vestirlo muy abrigado.
  • Por la noche vestirlo con un pijama ligero, sin exagerar con mantas y/o edredones.
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Las plantas y las sustancias naturales para tratar la tos

Intervención local

Como ya se ha dicho anteriormente, no se ha conseguido encontrar un medicamento realmente eficaz para tratar la tos. Posiblemente porque siempre se ha buscado un producto que calmase el síntoma, mientras que es más útil buscar cómo limitar los daños causados por la infección de las vías aéreas superiores en la mucosa.

Las sustancias naturales del Llantén, Helicriso y Grindelia o Agrimonia y Mirra, combinadas con miel, pueden ser muy efectivas en este sentido. De hecho, garantizan una protección eficaz de la mucosa y son capaces de reducir los daños debidos a virus, bacterias, sustancias inflamatorias y la irritación continua provocada por el moco. Gracias al efecto barrera, la mucosa queda protegida del contacto con irritantes, la acción mucorreguladora permite la hidratación de la mucosidad y favorece su eliminación, la acción lubricante reduce el rozamiento en la faringe que provoca tos.

 Un producto con una equivalente combinación de sustancias naturales, pero sin efectos secundarios, puede ser tomado repetidamente durante el día para aliviar la tos irritante y catarral de cualquier naturaleza. No hay problemas para tomarlo incluso combinado con otros medicamentos prescritos por el médico.

Asimismo, con los primeros malestares típicos de la estación invernal el organismo puede beneficiarse de sustancias naturales como el Saúco y el Acerola, naturalmente rica en vitamina C, que facilitan los mecanismos fisiológicos de respuesta del organismo a estas molestias, contribuyendo al buen funcionamiento del sistema inmunitario y garantizan una recuperación más rápida.

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