Nariz tapada
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Rinitis o rinofaringitis aguda (resfriado común)

Es una enfermedad viral que se manifiesta con síntomas sobre todo en la nariz y en la garganta. Los primeros síntomas aparecen a los 2-3 días tras el contagio. Es muy común la sensación de irritación en la garganta (con sequedad y escozor), los estornudos, el goteo nasal (en los primeros días muy fluido y claro y después de 2-3 días más denso y opaco), la sensación de nariz tapada, la tos seca e irritante, malestar, ronquera y a veces ojos inflamados.

Son mucho menos frecuentes la fiebre elevada, los dolores musculares y la sensación de debilidad, que son síntomas más típicos de la gripe y de las formas paragripales. Los síntomas del resfriado común pueden durar 4-9 días, la curación es espontánea y en general no hay complicaciones en los bronquios ni en los pulmones.

Cuando se tiene rinitis (por virus o alérgica) nos encontramos mal a causa de la nariz tapada y de la respiración con la boca abierta que acentúan la sensación de garganta seca. También es molesta la acumulación de mucosidad en la parte alta de la garganta (rinofaringe); que el goteo continuo de secreciones mucosas hacia las partes bajas de la faringe, asociado a la sensación de garganta seca, desencadenan la necesidad de toser. A menudo el malestar se acentúa durante la noche y en el caso de los niños es menos tolerado y lleva a interrupciones frecuentes del sueño.

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Rinosinusitis aguda

La nariz está siempre inflamada cuando los senos paranasales están inflamados; por esto es preferible hablar de rinosinusitis y no solo de “sinusitis”. Una inflamación evidente de los senos paranasales (rinosinusitis aguda) se manifiesta en casi el 90% de los pacientes con resfriado común. Esta inflamación es de origen viral, normalmente mejora considerablemente en el transcurso de unos diez días y se soluciona de forma espontánea antes de 4 semanas. La complicación bacteriana no es común y afecta solo al 2% de los adultos con rinosinusitis viral.

¿Por qué enferman los senos paranasales? Los virus causan una inflamación (congestión) en la mucosa que bloquea la puerta de comunicación (orificio) entre la nariz y los senos paranasales e impide que los cilios vibrátiles eliminen la mucosidad.

La obstrucción y la acumulación de mucosidad crean un ambiente muy favorable para el desarrollo de virus y bacterias, facilitando que persista la infección. Los síntomas de la infección aguda viral y bacteriana son muy parecidos por esto a menudo no es fácil, ni siquiera para el médico, diferenciar las dos situaciones. Es necesario consultar al médico si se presentan las siguientes señales de alarma:

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EDAD Señales de peligro de rinosinusitis bacteriana
ADULTO

Síntomas moderados: goteo nasal purulento (amarillo-verdoso), congestión o tos durante más de 7 días.

Síntomas graves (de cualquier duración) como: dolores en la cara localizados en la mandíbula, como dolor de muelas, en la frente, en las áreas de arriba y abajo de los ojos, que pueden empeorar si se inclina la cara hacia delante o en posición supina.

NIÑO

Síntomas moderados: goteo nasal purulento (amarillo-verdoso), congestión o tos durante más de 10-14 días.

Síntomas graves (de cualquier duración) como: fiebre (39°), dolores en la cara localizados en la mandíbula, como dolor de muelas, en la frente, en las áreas de arriba y abajo de los ojos, que pueden empeorar si se inclina la cara hacia delante o en posición supina.

 

Para aliviar los síntomas y la molestia causada por la congestión nasal pueden ser útiles algunas medidas como la humidificación de las mucosas con aerosol, los lavados nasales con una solución fisiológica, etc.
Algunos medicamentos como los antihistamínicos, los descongestionantes nasales, los expectorantes y los sedantes de la tos, que a pesar de ser muy utilizados, no son muy eficaces para acelerar la curación. El uso habitual de descongestionantes nasales puede incluso causar un inflamación (edema) de la mucosa y acentuar la sensación de nariz tapada y la dificultad para respirar. El abuso de fármacos vasoconstrictores puede causar lesiones también graves en la mucosa nasal. Además, el uso de los vasoconstrictores, está desaconsejado en niños menores de 12 años.

En primer lugar es necesario evaluar con la ayuda del farmacéutico si existen molestias que requieran necesariamente la consulta del médico de cabecera por la sospecha de una rinosinusitis de origen bacteriana.
Para los demás casos en los que se puede pensar en un resfriado común o en una rinosinusitis viral es necesario en primer lugar saber que no existe el medicamento “ideal” y sobre todo que no existe una terapia eficaz para eliminar el virus del organismo. Los antibióticos no son de ninguna utilidad cuando se puede excluir una complicación bacteriana.

 

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Las plantas y las sustancias naturales para tratar la rinitis y la rinosinusitis

Con las sustancias naturales y las plantas medicinales se puede intervenir de manera eficaz tanto a nivel local como general también en concomitancia y como ayuda de una posible terapia antibiótica.

Intervención local
Puede tratarse la inflamación de la nariz causada por virus y bacterias y por sustancias irritantes ambientales, como por ejemplo las sustancias a las que se es alérgico, a través de tratamientos combinados con sustancias naturales con el objetivo de proteger, aliviar, y favorecer el proceso de regeneración de la mucosa nasal. En las infecciones por virus y bacterias y en el contacto con otras sustancias irritantes, la mucosa es “agredida” y lesionada: al no haber fármacos eficaces para eliminar directamente a los “agresores” no queda otro remedio que intervenir protegiendo la mucosa del contacto con quien la maltrata.
Para tal propósito pueden ser utilizados complejos moleculares naturales, extraídos de las plantas medicinales y elaborados oportunamente, que tienen la capacidad de adherirse a la mucosa formando una fina película (film) protectora con respecto a los agentes irritantes, llevando a cabo un efecto “barrera”.
Las sustancias naturales de Hamamelis, Aloe, Tomillo y sal gema son útiles tanto por su acción protectora como descongestionante. La repetida aplicación durante el día de combinaciones equilibradas de estas sustancias puede aliviar significativamente los síntomas y acelerar el proceso de curación.

Además, el Aceite de Jojoba contrarresta la irritación de la mucosa nasal y favorece su hidratación y regeneración.

Por otro lado, una limpieza nasal eficaz favorece la curación y reduce el riesgo de afecciones respiratorias secundarias y otitis. Puede ser muy útil realizar, tanto a diario como durante los resfriados, lavados con soluciones hipertónicas equilibradas que contengan sales de origen natural como la sal rosa del Himalaya, que promuevan la protección de la mucosa y liberen la nariz de la mucosidad en exceso, gracias a un lavado profundo y completo que permita alejar a los agentes patógenos, irritantes y alérgenos.

Te recordamos que una eficaz acción protectora y regeneradora ayuda a la funcionalidad fisiológica de la mucosa y contrarresta la sequedad y las molestias también debidas al uso prolongado de la mascarilla.

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Intervención de refuerzo por vía general

Para proteger al sistema inmunitario en su “batalla” contra virus y bacterias además de intervenir de forma local en la mucosa se puede ayudar al organismo también de manera sistémica.
Entre las plantas más interesantes para dicha finalidad, cuando se padece de una infección respiratoria de las vías superiores, encontramos la Equinácea, la Uña de Gato (más apropiada en adultos) y el Saúco.
Los productos que contengan combinaciones equilibradas de extractos de estas plantas pueden ser suministrados en los primeros síntomas de la enfermedad y ser administrados durante 10 días, también en combinación con lo que haya prescrito el médico.

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